«Los líderes también lloran… en la piscina»

Porque mientras mi cuerpo flotaba en el agua azul turquesa, mi cabeza no estaba ahí, estaba atrapada en mi oficina allá a miles de kilómetros.

Pensando en el ruido.

En la agenda de la semana siguiente.

En los marrones que había dejado sin resolver.

En un equipo que no terminaba de sintonizar.

Y en esa vocecita que decía: “¿Pero cómo vas a desconectar ahora, con todo lo que tienes pendiente? Poca ansiedad tienes…”

Y ahí me di cuenta del drama real.

No necesitamos vacaciones del trabajo. Necesitamos vacaciones de nuestra cabeza.

Porque el tiempo libre no sirve de nada si no lo ocupas tú.

Y si tú no estás presente, entonces no es descanso. Es culpa con vistas al mar.

Ahí, en la piscina, con el mojito a medio beber, me cayó la ficha:

No era el trabajo lo que me agotaba. Era yo, corriendo sin freno, incluso cuando se suponía que estaba parado.

– Liderar también es parar.

– Liderar también es darte permiso.

– Y sí: los líderes también lloran… en la piscina.

(Aún hoy, cada vez que me acuerdo, me doy contra la pared al acordarme de cómo desperdicié aquel paraíso).

Porque no se trata solo de organizar tu tiempo. Se trata de sintonizar tu mente.

De aprender a descansar desde el minuto uno, sin remordimientos.

De tener un equipo tan afinado, que puedas soltar sin miedo.

De confiar. Delegar. Respirar.

Así que la próxima vez que tu cabeza intente colarse en tus vacaciones como el payaso de IT saliendo de la alcantarilla agitando un Powerpoint en la mano, recuerda esto:

El descanso también se lidera.

¿Te cuesta desconectar hasta en vacaciones (y cuando por fin empiezas a disfrutar toca hacer las maletas de vuelta)?

Lo que necesitas no es más días de vacaciones ni más tiempo… sino aprender a sintonizar el que ya tienes.

Escríbeme y te cuento cómo disfrutar de tu tiempo libre desde el minuto uno.

Que se puede ser líder en bañador, siempre que tengas propósito.